Denuncian presuntos malos manejos al interior de la Uqroo

Chetumal.- La Universidad de Quintana Roo tiene casi el doble de directores administrativos que académicos, un jefe para cada cinco trabajadores, puestos de directores generales que no deberían existir, compensaciones no justificadas, “aviadores” y personal contratado no declarado, denunciaron académicos de esta casa de estudios, que piden que la Junta Directiva estudie con detenimiento los perfiles de los candidatos a rectores, para evitar que se repitan estas situaciones.
“En 2014, el 36% de las direcciones eran académicas y el 64% administrativas; en 2016 la proporción es 67 administrativas y 33 académicas; en 2018, 64 administrativas y 36 por ciento corresponde a direcciones académicas”, detalló en rueda de prensa Melissa Blanqueto Estrada, académica de la Uqroo.
Sobre estas unidades administrativas, criticó que la gran mayoría se concentran en la Unidad de Chetumal.
En cuanto a la proporción de jefes y trabajadores, según el portal de Transparencia de la Uqroo, hay 464 plazas de confianza, de los que 73 son mandos, “que se dividen en Rectoría, Secretaría General, tres coordinaciones de Unidad Académica, nueve direcciones generales, una auditoría interna, siete direcciones de división, 48 departamentos y tres Centros de Extensión Universitaria”.
De ahí que la proporción sea de un jefe por cada 5.3 trabajadores, expuso.

DESEQUILIBRIO EN LA UQROO
“Primero; esto es una muestra de la desproporción y del desequilibrio de la universidad, al tener una gran cantidad de jefes para la cantidad de trabajadores que se está declarando; segundo, la razón de ser de la universidad es el fomento de los estudiantes y vemos que existe una marcada dominancia de las unidades administrativas sobre las académicas y cómo se ha ido centralizando toda la gestión universitaria hacia Chetumal, cuando en los discursos se dice que la Uqroo no es solo Chetumal”, indicó por su parte el doctor Jaime Ortegón Aguilar.
Y fue aún más específico, pues dijo que se centraliza en particular en el edificio de Rectoría.
“Si esto no fuera suficiente, hay muchas inconsistencias en los recursos que se utilizan para pagar las direcciones administrativas”, acotó.
Explicó que hay tres direcciones generales, algunas de ellas dentro de otras direcciones que no son generales, es decir, hay un director general bajo el mando de un director -no general-, lo que es ilógico. De hecho, aunque los puestos aparecen en el organigrama no están los nombres de quienes ocupan estos cargos, que además son eventuales.
Estos tres cargos, sobre los que no hay más información perciben mensualmente más de 38 mil pesos, lo que anualmente le cuesta a la Uqroo 1.3 millones de pesos. Pero además, señaló, también hay direcciones generales en la Rectoría. Y tampoco se conocen los nombres. Su sueldo es también de 38 mil pesos. En Secretaría General también hay otro director general.
Se le preguntó si esto podría ser desvío de recursos, a lo que respondió que no tiene certeza, pero es posible, o también que sean “aviadores”; es decir, que reciban sueldo de director, pero no realicen esas funciones.
Lo que sí está seguro es que hay una falta de transparencia, pues solo por estos cargos hay 2.7 millones de pesos que se van, sin que se tenga siquiera los nombres de estas personas. Y a eso hay que agregar las compensaciones, que pueden elevar la cantidad al doble o más.
Ello, porque hay personas que tienen sueldos de 14 mil pesos, por ejemplo, y reciben compensaciones de 20 o 21 mil pesos. Incluso, sin dar nombres, dijeron que una de estas grandes compensaciones le toca a una académica, que es hoy candidata a la rectoría de la Uqroo.

“DUDAMOS DE LAS FINANZAS SANAS”
Por su parte, Lila García Álvarez, trabajadora administrativa desde la creación de la universidad, y quien dice conoce a la perfección a la institución, tan es así que sabe quién entra, sale, quién llega y quién no, quién cumple y no, dijo que “que hay limpiar nuestra casa”.
“Los rectores van y vienen, pero la gente se queda ahí; exigimos, pedimos que la Junta Directiva tome conciencia de todo lo que se ha vivido en la universidad; los dos últimos procesos electorales han sido lo peor, por poner políticos a dirigir la máxima casa de estudios de este estado; cuando debe ser dirigida por un académico”, sentenció.
Y solicitó que se aclaren las más de 30 personas que no aparecen en el listado de los administrativos con nombramiento, ni tampoco están contratados por servicios. Y no están en ninguna lista.
“Queremos saber que en las finanzas sanas que tanto se pregonan de donde salen los recursos para pagar a estas personas”, finalizó.

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