INDICE DELICTIVO

La reciente ejecución de un joven en la Ribera del Río Hondo ya es de preocupación para las autoridades de Othón P. Blanco.

Porque aún cuando las muertes violentas no son recurrentes como en otras partes como Cancún y Playa del Carmen, ya obliga a tomar medidas más eficaces, reconoció el secretario general del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, Alejandro Rivera Romero.

La noche del martes fue hallado muerto un habitante de la comunidad de Sergio Butrón Casas, identificado como Adrián Salas Antunes, de 29 años, reportado desparecido desde el domingo pasado.

Su cadáver estaba calcinado junto con un vehículo tipo Mustang con matrícula DHH5917, del Estado de Campeche.

Al parecer, según autoridades ministeriales, fue asesinado en venganza de un grupo delictivo.

El secretario general del Ayuntamiento de Othón P. Blanco consideró lamentable este tipo de hechos y preocupa a la ciudadanía porque afecta la tranquilidad.

Afirmó que según lo vertido en la Mesa de Seguridad, los crímenes son perpetrados por gente proveniente de otros municipios, como Benito Juárez, Solidaridad y Tulum; y entidades.

Reconoció que el Ayuntamiento de Othón P. Blanco tiene dificultad para combatir este tipo de ilícitos por la falta de recursos humanos y materiales.

Se esperan que la coordinación de los tres niveles a través del Mando Policial Homologado, mejor conocido como “Mando Único”, garantice una disminución del índice delictivo.

“Los focos rojos están prendidos desde finales del año pasado y es necesario la denuncia ciudadana de cualquier hecho sospechoso para que las corporaciones policiacas puedan actuar”, manifestó.

Reconoció que las ejecuciones registradas en las comunidades de Sergio Butrón Casas, Xulhá y Chetumal han tomado por sorpresa a la autoridad municipal.

Estampas Caribeñas Alberto Capella. ¿Feliz, feliz, feliz aniversario?

En Quintana Roo van 730 ejecuciones, 20 secuestros, 3,150 casas fueron robadas, 6,404 negocios asaltados, 174 mujeres fueron violadas y se cometieron 15 feminicidios

Abraham Gorostieta

Quintana Roo es un estado paradisiaco y en él todo abunda, tierras fértiles y clima tropical es la conjunción para que todo se de en abundancia, para mala fortuna de los quintanarroenses, abundan los crímenes, robos, asaltos, secuestros, extorsiones, violaciones y feminicidios. El incremento de estos delitos ha ocurrido en un año, de septiembre de 2018 a agosto 2019. Justo el año en que ha estado al frente de la seguridad pública del estado, Alberto Capella Ibarra, “el Rambo tijuanense”.
Dos estadísticas tomamos en cuenta, por su profesionalismo probado y por ser fuentes directas de la Fiscalía General de la Republica. Una de ellas es Semáforo Delictivo, un proyecto social ciudadano que a través de las denuncias ciudadanas y de esfuerzos de transparencia de autoridades realiza las mediciones.
Santiago Roel es su fundador y director, especialista en temas de seguridad pública. Con estudios y especialidades en sistemas de calidad en el sector público y en empresas e instituciones de servicio. El otro sistema de medición es el Ejecutómetro del diario Reforma. Ambos sistemas cuentan con transparencia en sus cifras, metodología y son escrupulosos en sus datos.
En un año –septiembre de 2018-agosto de 2019- en Quintana Roo han sucedido 730 ejecuciones, 20 secuestros, 3,150 casas fueron robadas, 6,404 negocios asaltados, 174 mujeres fueron violadas y se cometieron 15 feminicidios.
Así lo reporta Semáforo delictivo:

Quintana Roo:

Homicidios, Septiembre 82, Octubre 61, Noviembre 63, Diciembre 75, Enero 57, Febrero 60, Marzo 54, Abril 69, Mayo 32, Junio 48, Julio 69, Agosto 64: 734 ejecuciones en total.

Secuestro, Septiembre 2, Octubre 1, Noviembre 1, Diciembre 3, Enero 2, Febrero 1, Marzo 1, Abril 1, Mayo 2, Junio 0, Julio 4, Agosto 2: 20 Secuestros en total.

Extorsión, Septiembre 14, Octubre 13, Noviembre 9, Diciembre 9, Enero 22, Febrero 23, Marzo 23, Abril 14, Mayo 21, Junio 23, Julio 26, Agosto 21: 218 Extorsiones.

Narcomenudeo, Septiembre 35, Octubre 47, Noviembre 48, Diciembre 32, Enero 70, Febrero 75, Marzo 89, Abril 77, Mayo 100, Junio 88, Julio 105, Agosto 76: 842 delitos de narcomenudeo.

Robo a vehículo, Septiembre 194, Octubre 237, Noviembre 239, Diciembre 256, Enero 256, Febrero 216, Marzo 264, Abril 231, Mayo 264, Junio 231, Julio 276, Agosto 254: 2,918 vehículos fueron robados.

Robo a casa habitación, Septiembre 234, Octubre 219, Noviembre 209, Diciembre 250, Enero 259, Febrero 277, Marzo 271, Abril 273, Mayo 243, Junio 276, Julio 330, Agosto 309: 3,150 casas fueron robadas.

Robo a negocios, Septiembre 394, Octubre 437, Noviembre 447, Diciembre 678, Enero 450, Febrero 395, Marzo 465, Abril 453, Mayo 795, Junio 624, Julio 630, Agosto 636: 6,404 negocios han sido asaltados o robados.

Lesiones, Septiembre 196, Octubre 219, Noviembre 186, Diciembre 193, Enero 212, Febrero 200, Marzo 243, Abril 214, Mayo 258, Junio 237, Julio 266, Agosto 230: 2,654 quintanarroenses han sido lesionados de alguna manera.

Violaciones a mujeres, Septiembre 5, Octubre 8, Noviembre 12, Diciembre 13, Enero 22, Febrero 10, Marzo 11, Abril 9, Mayo 17, Junio 21, Julio 26, Agosto 20: 174 mujeres fueron violadas.

Violencia familiar Septiembre 279, Octubre 315, Noviembre 330, Diciembre 353, Enero 469, Febrero 431, Marzo 504, Abril 518, Mayo 515, Junio 533, Julio 574, Agosto 423: 4, 745 casos de violencia familiar.

Y Feminicidio, Septiembre 2, Octubre 0, Noviembre 0, Diciembre 3, Enero 0, Febrero 1, Marzo 1, Abril 1, Mayo 2, Junio 0, Julio 1, Agosto 4: 15 feminicidios.

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Cada vez que tiene un micrófono enfrente, Alberto Capella, secretario de Seguridad Pública del estado de Quintana Roo, niega una y otra vez que exista un repunte de los homicidios dolosos en el estado y a pesar que ninguna cifra lo avala, asegura que la tendencia va a la baja.
Desde que el gobernador Carlos Joaquín llegó al frente de Quintana Roo, el crimen organizado puso a prueba su gobierno a los 100 días de su administración. Un comando de 10 personas con fusiles de asalto y granadas atacó la sede norte de la Fiscalía de Quintana Roo y el Centro de Control Comando, Cómputo y Comunicaciones, el sistema de videovigilancia municipal conocido como C4, en una operación de asalto rápido y repliegue, que generó una persecución que dio lugar a 10 balaceras en el centro de la ciudad, que causaron terror y un rápido blindaje de las Fuerzas Armadas en la zona hotelera para evitar que la violencia se extendiera al sur de la ciudad.
El periodista Raymundo Riva Palacio, experto en temas de seguridad nacional ha trenzado la historia criminal de Quintana Roo y ubica una fecha: El año de 2005, que es cuando el crimen organizado echó raíces en el estado. Según el periodista la ejecución del comandante de Seguridad Pública de Playa del Carmen, Carlos Hiram Rodríguez Alvarado fue el fin del control del otrora poderoso Cártel de Juárez, que operaba a sus anchas en el caribe mexicano y con complacencia de los gobernadores de Quintana Roo. Desde la década de los 90 el Cártel de Juárez controlaba este destino turístico, pero el llamado Maxiproceso, que provocó la captura del exgobernador Mario Villanueva y la detención de más de 100 miembros de esa organización, puso fin a su reinado.
Riva Palacio explica: “Ya en 2009 la infiltración del narcotráfico en las instituciones se estaba consolidando, y provocó también la detención del exalcalde de Cancún y candidato del PRD a la gubernatura, Gregorio Sánchez, por los delitos de narcotráfico y lavado de dinero, que fue liberado tiempo después por un tecnicismo: en su expediente había fojas que no habían sido firmadas”.
Los años siguieron, y los sexenios también: Félix González Canto, Roberto Borge y Carlos Joaquín González. Durante sus sexenios los cárteles de las drogas se han repartido el mercado en la Rivera Maya y el Caribe mexicano. Existe una pelea entre dos grupos: 1) El Cártel del Pacífico (o Sinaloa) –a través de su grupo de sicarios Los Pelones– que han hecho una alianza con sus viejos enemigos Los Zetas para combatir a los fuertes rivales. 2) El Cártel Jalisco Nueva Generación, que es una escisión de los sinaloenses.
Así lo detallan informes del gobierno federal realizados en el sexenio de Peña Nieto por el Cisen. Y es que el mercado es fértil, como todo en el Caribe: No solo es el narcomenudeo de la joya del turismo en México donde Cancún recibe más turistas internacionales que Colombia, Perú, Argentina y Chile juntos. Si a esto se le agrega el resto de turistas que visitan la Rivera Maya (13.3 millones de visitantes), la zona tiene más turistas extranjeros que India, Egipto o Suiza. Y los turistas consumen drogas, así de grande es el mercado y así de grande es la pelea por él.
Pero la guerra entre cárteles no solo abarca el narcomenudeo, también las redes de tráfico humano –principalmente de cubanas y venezolanas–, que son las más redituables; también por la extorsión, el cobro por protección a hoteleros, restauranteros y propietarios de antros, así como la prostitución. Un mercado fértil.

El Mando Único ha sido una idea que Alberto Capella vendió al gobernador Carlos Joaquín. Ya en otras columnas hemos relatado como sucedió esto y en una analogía, fue como venderle un traje invisible al rey, el famoso cuento de Hans Cristian Andersen.
Alejandro Hope, un especialista en seguridad, violencia y crimen organizado ha advertido desde enero pasado en su columna de El Universal que si bien el Mando Único puede ser una herramienta funcional, carece de fuerza si no es respaldada por gobiernos fuertes y unidos.
“Existen buenas razones para implementar un modelo de Mando Único. Permite homologar gradualmente las condiciones de las corporaciones policiales. Facilita la coordinación interinstitucional entre estado y municipios. Contribuye a mejorar la calidad de los mandos a nivel municipal”, escribió el especialista Hope. Pero advirtió también: “Tiene, sin embargo, un defecto fatal: es políticamente inestable. Conduce casi inevitablemente a conflictos entre gobiernos estatales y municipios, sobre todo en municipios grandes. Más aún, cuando los presidentes municipales pertenecen a partidos políticos distintos al del gobernador”. ¿Le suena conocido?
Alberto Capella sabía que su modelo de Mando Único tenía grandes fallas. Morelos, el estado donde fue implementado se convirtió en un polvorín y ríos de sangre. Basta como prueba las estadísticas que ofrecen la antes PGR, el Consejo Nacional de Seguridad Pública del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Semáforo Delictivo o el Ejecutómetro de Reforma.
A inicios de septiembre el diario El Financiero publicó una encuesta que medía la satisfacción de los ciudadanos con sus gobernadores. Al gobernador Carlos Joaquín los quintanarroenses le dan la espalda y en la mejor de las cifras, solo 5 de cada 10 le creen cuando habla de temas de seguridad o economía. El gobernador, a su tercer año de gobierno está en el ranking de los 10 gobernadores peor evaluados por los ciudadanos.
La inseguridad en la que vive el estado es parte de la explicación de estas cifras. La inseguridad creciente es lo que vino Capella a combatir. Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública no mienten: En 2016 se registraron 165 asesinatos en el estado. En 2017 el número se duplicó con 359 ejecuciones registradas. De 2018 a 2019, justo cuando legan la responsabilidad a Capella Ibarra, la cifra es de 763 ejecuciones.
¿Dónde está el éxito de la estrategia de Mando Único? Sin embargo, el gobierno de Carlos Joaquín y el propio secretario Capella Ibarra han inundado las redes con campañas que dicen “que todo va bien”. El gobernador debería revisar que esa estrategia fue muy cara y muy mala para el entonces presidente Enrique Peña Nieto, quien invirtió cientos de millones en periodistas, portales de noticias, campañas publicitarias, diarios y revistas y ni con todo el dinero invertido, pudo cambiar la percepción de los mexicanos sobre su gobierno.

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El doctor Eduardo Guerrero, especialista también en temas de violencia del crimen organizado y seguridad nacional explicó en un foro realizado hace un par de meses en Yucatán ante decenas de empresarios: “Quintana Roo ha padecido muy malas gestiones en seguridad por parte de gobiernos previos, lo que produjo una debilidad institucional”.
Al igual que el especialista, otro columnista que lleva años trabajando en temas de seguridad nacional y narcotráfico, el periodista Carlos Ramírez es demoledor en su critica: “Sin una estrategia de seguridad, sin un liderazgo político, lejano de la estrategia del nuevo gobierno federal y sin atender fracasos anteriores, el gobernador Carlos Joaquín dio un manotazo de autoridad para imponer el Mando Único en todos los municipios de la mano del encargado de la policía Jesús Capella que ya había salido casi huyendo de Morelos”.
Al igual que los especialistas que han dado su opinión en distintos foros, el columnista de Indicador Político coincide “El Mando Único forma parte de la estrategia federal de seguridad, pero requiere de un procedimiento de articulación para obtener resultados. La severa crisis de seguridad por matanzas, balaceras y la instalación en la zona de cárteles del crimen organizado, han atrapado a el gobernador Carlos Joaquín que sólo impuso el modelo de mando policiaco”.
A tres años de gobierno no se ha podido entender la lógica de la inseguridad y sobre todo no se ha logrado profesionalizar a las fuerzas estatales y municipales de seguridad.
La Guardia Nacional tiene el mandato de operar en todo el país sólo por cinco años, así está establecido en la Constitución Mexicana en las recientes reformas. Ya pasó un año y solo quedan cuatro a los gobiernos estatales para profesionalizar a las fuerzas de combate al crimen organizado.
Si se impone un Mando Único con las mismas policías estatales y municipales y sin la capacitación de efectivos policiacos sólo conduciría a enredar más la descoordinación existente.
Pero el gobernador ha impuesto más un mando policiaco que un Mando Único. A decir de Carlos Ramírez, “el problema del mando único no radica en la decisión de autoridad de imponerlo, sino que representa un proceso que hoy está enmarcado en el sistema nacional de seguridad pública del gobierno lopezobradorista. El modelo exige capacitación de policías municipales y estatales, articulación y coordinación de mandos con la Guardia Nacional y sobre todo un diagnóstico del nivel de capacitación que deben tener los policías”.
La reforma constitucional de la Guardia Nacional dio 180 días de plazo a los gobiernos estatales y municipales para entregar a las autoridades federales un diagnóstico sobre capacidad policiaca y programas locales de seguridad. Está por cumplirse ese plazo, ¿qué cuentas va a entregar Capella Ibarra? ¿Qué cuentas va a entregar Carlos Joaquín?
Como ningún otro gobierno en Quintana Roo, este, el de Carlos Joaquín ha controlado como nadie la secretaría de Seguridad Pública a través de Capella Ibarra.
Las cifras de Semáforo Delictivo y de Ejecutómetro de Reforma son contundentes: En Quintana Roo van 730 ejecuciones, 20 secuestros, 3,150 casas fueron robadas, 6,404 negocios asaltados, 174 mujeres fueron violadas y se cometieron 15 feminicidios.
Faltan tres años de gobierno, gobernador, sería terrible terminarlos con cifras que se dupliquen cada año.
Los estudios ahí están, las cifras son de dominio público. El gasto en medios de comunicación es ya inútil.