A Roberto R. se le hizo buen detalle, regalarle a la compañera que le tocó en el intercambio, un juego de lencería sexy muy sugerente. Con lo que no contaba Roberto, era con que ella abriría el presente frente a todos los invitados, incluyendo a la esposa de Roberto.
A pesar de los intentos de Roberto por hacer que su colaboradora no abriera el regalo, los gritos de los presentes que entonaban «Que lo abra! Que lo abra!» terminaron por hacer que el regalo fuera abierto y se descubriera un baby doll de encaje y una tanga de color rojo.
Los golpes y jalones de greñas no se hicieron esperar. Varias personas tuvieron que intervenir para separar a la empleada del intercambio y a la esposa de Roberto, quien le gritaba insultos a la mujer mientras la jalaba del cabello.
Seg Publica, recomienda a la ciudadanía no hacer este tipo de regalos a colaboradores, y menos si se es acompañado por la esposa.