Chetumal. El director general de la Coordinación Estatal de Protección Civil (COEPROC), Adrián Martínez Ortega, dijo que el mal uso de los juegos pirotécnicos en el mes de diciembre, aumenta en un 300 por ciento los accidentes por quemaduras, por lo que es muy importante que los adultos supervisen el uso y manejo de estos para evitar incidentes que lamentar.
Martínez Ortega declaró enérgicamente que en Quintana Roo no se otorgan permisos para la venta de pirotecnia explosiva: petardos, cañones, palomitas o chifladores, como comúnmente son conocidos por la población, debido a las lesiones que pueden ocasionar.
La COEPROC hace extensiva las recomendaciones que emite el Sistema Nacional de Protección Civil, que exhorta a la población a realizar un manejo seguro de juegos pirotécnicos, ya que su mal uso puede ocasionar daños como quemaduras graves, pérdida de extremidades, lesiones físicas y auditivas, así como irritación de ojos y en vías respiratorias.
Los grupos en mayor riesgo son las niñas y niños de entre 5 y 14 años de edad, por lo que es fundamental y se recomienda a los padres de familia no permitir que sus hijos los utilicen.
Por lo anterior, para estas fiestas decembrinas se emiten las siguientes recomendaciones para evitar accidentes relacionados con fuegos artificiales: La compra deben hacerla personas adultas y en la quema no debe dejarse solos a los menores; Conocer con precisión su funcionamiento, preguntando al vendedor; Absténgase de guardar los artificios pirotécnicos en los bolsillos de la ropa o chamarra, pues pueden incendiarse y causar graves daños al portador; No utilizar ropa sintética al quemar los cohetes, pues en caso de accidente, este tipo de vestimenta se adhiere a la piel y puede causar daños más severos.
Además en caso de mal funcionamiento de los artificios, no insistir en prenderlos; No almacenar cantidades excesivas de cohetes, a mayor cantidad aumenta sustancialmente la posibilidad de incendio y su magnitud; No quemar varios productos pirotécnicos al mismo tiempo, pues se puede producir una explosión o incendio; Si se almacenan productos pirotécnicos, debe hacerse en un lugar fresco y seco, alejado de fuentes de calor o llama, y que no estén al alcance de los niños; Los sobrantes no detonados, no deben tirarse a la basura, pues pueden provocar incendios; Tener a la mano un extinguidor y botiquín, así como los teléfonos de emergencia en caso de accidentes; Difunde entre los vecinos el alto riesgo que implica el no tener conocimiento de su manejo.