Es inadmisible que el tema que más lastima y preocupa a las familias mexicanas, la inseguridad, de nueva cuenta se politice, y apenas a un año de ejercicio de gobierno se abandone el propósito de hacer del reto de la seguridad pública una zona de neutralidad política. Pretenden transferir a los estados la responsabilidad del fracaso del gobierno federal.
El tema de la seguridad no está relacionado con horarios de reuniones sino con políticas públicas que deben derivar de una estrategia.
Cuando no existe estrategia del Gobierno de la República para combatir los delitos de competencia federal, las políticas son huecas y los resultados son nulos. No por mucho madrugar amanece más temprano, ni se obtienen mejores resultados. Así lo confirma el número de víctimas que se incrementó respecto al año anterior. Es 2019, el más violento registrado en la historia del país. Los estados trabajamos permanentemente en labores de seguridad pública y procuración de justicia. Adicionalmente, la mayoría de las víctimas que se reportan en las entidades federativas son de delitos federales: crimen organizado, narcotráfico, huachicol, tráfico de armas, tráfico de personas y contrabando. Subrayamos, la ola de violencia proviene de una disputa de grupos criminales que
cometen delitos federales. Quien tiene la facultad, responsabilidad, recursos económicos, tecnología y equipos de inteligencia para enfrentarlos, es la federación, no los estados. Insistimos, si no hay estrategia, no hay resultados.
No se debe privilegiar la acusación cuando lo que le urge a México es una coordinación seria y una real interlocución. Lamentamos que en las sesiones del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el titular
del ejecutivo no haya tenido la disposición para escuchar a los gobernadores ni a los consejeros ciudadanos permanentes. Resolver la inseguridad pasa por ofrecer empleos bien pagados a través de crecimiento económico. Educando mejor. Recuperando espacios públicos. Teniendo mejores policías. Garantizando a los ciudadanos la reducción de la impunidad mediante la aplicación de la ley. Asumiendo las responsabilidades de cada nivel de gobierno. La descalificación y la polarización, divide. Los enemigos no somos quienes pensamos diferente: son los criminales y los violentos. Convocamos al gobierno federal a trabajar juntos, coordinados, sin militancias, por el bien de México y sus familias.