A menos de una semana de la elección de diputados en Quintana Roo, el pasado 27 de mayo se desarrolló una lamentable sesión en el cabildo en Chetumal. Sergio Zapata, en palabras de regidores de MORENA, los llamó telefónicamente por la noche y les ofreció 100.000 pesos a cada uno para substituir, de acuerdo con el presidente municipal, al Secretario General Alejandro Rivera; al Contralor Manuel Zapata y al Tesorero Raúl Santana.
Este pacto respondería a un pacto entre el alcalde de Chetumal Othoniel Segovia y Zapata Vales, que empezó a concretarse con el oficio de día 6 de mayo del 2019, en el que el presidente municipal empezaba a liberar a la empresa “Más de allá de tus expectativas”, representada por Zapata Vales para poder instalar tuberías de agua hacia diferentes zonas de la ciudad. El pago de Zapata fue organizar un desmadre en el cabildo que le puede costar un disgusto jurídico, tanto a él como al presidente municipal por cohecho y tráfico de influencias, y un ridículo político histórico.
Zapata Valés circuló un video editado de pésima calidad en el que señalaba que había sido extorsionado con 500.000 pesos por el contralor y una persona de confianza de la síndico Yensunni Martínez. Al verlo con calma más bien parece lo contrario ya que Zapata Valés le dice al que supuestamente es el contralor frases como las siguientes. “es contigo el agradecimiento”; “la vida da muchas vueltas y un día vas a necesitar tú de mi apoyo”; “entonces Dante (Koh –Director de Desarrollo Urbano-) sigue siendo mi enemigo”. ¿Es esto que presenta el mismo Zapata una extorsión, o un intento de compra de funcionarios públicos? (aunque el ayudante de la síndico si se ve bien entusiasmado con la idea y apoya a Zapata Vales).
En la sesión de cabildo, la torpeza y grosería del empresario es espectacular. A pesar de señalar que por su carácter de regidor ya no es representante de la empresa “Más Allá de tus expectativas”, se pone muy agresivo y reclama votar sobre si se va a permitir la corrupción en el municipio. Señala que en el ayuntamiento hay “extorsión, manipulación, influyentismo y que si eso no se arregla le daría vergüenza pertenecer al cabildo”. Llega a ser tan agresivo, aunque también edita el video, que golpea la mesa, se enfrenta con el regidor Daniel Jiménez y le arroja un documento que cae encima de la regidora Mary Hadad, que pide moderación y le insta a acudir a la fiscalía anticorrupción.
Finalmente, Zapata Vales no sólo no logra su objetivo, sino que con su torpeza se auto inculpa, y se pone en una posición en la que se muestra como promotor de un intento de compra de funcionarios públicos, que al supuestamente no funcionar culmina con la petición de su sustitución por el cabildo.
Esto abre todavía más un cisma en MORENA en el sur del estado, y a días del proceso electoral se muestra de una irresponsabilidad histórica. Es cierto que al empresario sólo le interesa su beneficio personal, como evidencia con sus actuaciones, que al alcalde le interesa por cualquier medio eliminar a sus adversarios políticos; y que Zapata Vales dejara de ser regidor la semana que viene, cuando Valencia Cardín regrese al cabildo, después de no ser electo diputado. Menos mal, porque a los ciudadanos conscientes lo que les debe dar vergüenza es que un empresario sin escrúpulos utilice las instituciones públicas para obtener un beneficio personal.
Es muy posible que los políticos afectados inicien en breve actuaciones jurídicas y políticas que vayan en contra de los intereses del empresario, metido a porro político, que va a tener serios problemas por su inconsciencia y su desprecio por lo público y las leyes.
¿Entienden ahora la rebelión de los vecinos del residencial Andara con este personaje abusador?