Cancún Quintana Roo .- “Mi esposo duerme todos los días a un lado de la puerta, esperando a su hija, esperando saber algo y yo quiero creer que sigue viva, que se la llevaron a otro lado”.
Ese es el testimonio desgarrador de Guadalupe, una madre que a casi 9 meses de que su hija desapareciera sin dejar rastro, sigue con la esperanza de volver a verla y abrazarla.
La noche del 15 de diciembre del 2018, Ingrid Estefani Vázquez Arias fue a una discoteca en la Zona Hotelera de Cancún, y después se dirigió a otro bar llamado “Flow”, ubicado por la plaza de toros y jamás volvieron a saber de ella.
“No podemos derrotarnos porque tenemos más hijos, pero las visitas a la Fiscalía son más que tortuosas, porque siempre nos dicen lo mismo: que siguen investigando”.
Con la joven que desapareció -cuando tenía 20 años-, iba otra mujer de nombre Lizeth Alejandra, de quien la familia de la desaparecida sospecha podría ser reclutadora de jovencitas para una red de trata de personas.
Hasta ahora, nada se sabe del paradero de la joven desaparecida, y las autoridades ministeriales no han podido lograr avances concretos en la investigación.
Guadalupe Arias Silván es una mujer que, como miles en todo el país, sigue esperando el regreso de su hija Ingrid Estefani, quien desapareció desde el 15 de diciembre del 2018 y hasta la fecha no saben nada de ella.
Con el rostro sereno, la aún joven mujer comenzó a recordar, cómo fue el día en que su hija salió de casa para divertirse, y ya nunca más volvieron a verla.
“El nombre de mi hija es Ingrid Estefani Vázquez Arias, ahorita ya tiene 21 años, en junio cumplió 21 años. El 16 de diciembre del 2018, ella salió en la noche del 15 de diciembre y ya para el 16 ya no supimos nada. Su última conexión en las redes sociales fue entre 3 y 4 de la mañana, publicó que estaba bajando del Dady O en la zona hotelera. Ella publicó un video bajando del Dady O con la chica con la que se vio la última vez, se llama Lizeth”.
Con voz pausada, Guadalupe dijo que esa amiga les dijo que bajaron de la Zona Hotelera, del Dady O y se fueron a otro antro que está por Plaza Solare, uno de nombre Flow, (ahora desaparecido) que iban su hija, Lizeth y otros tres amigos; pero que cuando llegaron al “Flow”, los amigos de Lizeth se fueron porque no les gustó el lugar.
“Ella dice que llegaron a ese lugar Flow, que sus amigos con los que andaban se fueron porque no les gustó el lugar, que ellas llegaron y que cuando llegaron ahí se encontraron al novio de ella, entonces como le había dicho a su novio que no iba a salir, se pusieron a discutir y que tardaron aproximadamente 40 minutos a una hora discutiendo en la puerta, y que si mi hija salió no la vio. Ella alega que mi hija se quedó con su bolso, y que tenía no sé cuantos celulares y no sé cuánto dinero, ya la llamaron a declarar a ella y a otra persona que también vio a mi hija ese día, otra chica”, recordó.
Al ver que las horas pasaron y no sabían nada de su hija, Guadalupe y su esposo insistían marcándole a su teléfono, sin obtener respuesta alguna y así, pasó todo el domingo 16 de diciembre.
“Ya en la madrugada del lunes, ahí si nos preocupamos y el lunes 17 en la mañana ya empezamos a hablarle a otros amigos, si sabían algo de ella. Un amigo de ella que se llama Natanael fue el que dijo que eso estaba muy raro, me dijo que lo iba a subir a redes sociales y le dije que no, porque podía asustarse o pensar que estábamos enojados, entonces ya el lunes como al mediodía ya sabíamos que algo había pasado; porque desaparecerse por tanto tiempo no era normal en ella. Ese mismo día fuimos a poner la denuncia y desde ese día hasta hoy nos dicen que las investigaciones siguen, que le están dando seguimiento, que no nos pueden decir mucho para no entorpecer lo que ya tienen, pero así me tienen, nada en concreto. Les hemos dado el tiempo, la pauta, para que ellos investiguen, pero cuando vamos a pedir informes, no nos saben decir nada, absolutamente nada”, dijo.
Tras la denuncia hecha por los padres de Ingrid Estefani, el Ministerio Público del Fuero Común inició la carpeta de investigación es la FGE/QR/CAN/UAPD/12/17/2018.
“Nos dicen que tienen muchos casos, lo que ellos alegan es que regularmente o casi siempre es que se escapan con el novio, que eso es lo más frecuente y es lo que sale siempre, pero mi hija no tenía la necesidad de eso”.
Tortuosa espera
Una vez que la autoridad intervino, los padres de Ingrid Estefani confiaron en que pronto sabrían algo de su hija, pero los días siguieron pasando y nada sabían de ella.
“Por nuestra propia cuenta sólo investigamos a los amigos, nos hemos metido al Facebook de esa tal Lizeth, dio de baja sus cuentas pero el otro día las dio otra vez de alta, aparece como Lizeth Alejandra. Es lo que nosotros pensamos y se lo dijimos al licenciado, investíguela a ella, en un principio pensamos que era extranjera, pero es mexicana.
Sólo hemos checado en redes sociales, con amigos cercanos a ella por si saben algo, o por miedo a que les hagan algo no digan, porque yo estoy segura que alguien sabe algo, pero por miedo o no sé, la gente no habla.
Pareciera que se la tragó la tierra, alguien tuvo que haber visto algo, alguien pudo haber visto algo”, agregó.
La última vez que los padres de Ingrid Estefani fueron a la Fiscalía General del Estado, para preguntar el avance de la investigación, la respuesta fue la misma: “cualquier cosa vamos a estar en contacto por teléfono”, prácticamente, le dijeron “ya no venga”.
“Yo sé que no soy la única mamá con una hija desaparecida, no soy la única que está pasando por todo esto, somos muchas mamás, muchas familias. Mi hija estudiaba y trabajaba, vendiendo boletos para cruceros que van a Isla Mujeres, en la Zona Hotelera, estaba estudiando para sobrecargo”.
Las falsas pistas
El hacer públicos sus números telefónicos en las redes sociales, para recibir alguna noticia sobre su hija, expuso a la familia a otro dolor más, el ser engañada por estafadores que les hacían creer que tenían a su hija y les pedían dinero como rescate.
“Nos hablaron una vez para decirnos que tenían a mi hija, que les habían dado la orden de matarla, pero que ellos querían entregárnosla, que la tenían en un hotel. Se hizo un depósito de cinco mil pesos y nos dijeron que la íbamos a recoger por el Walmart que está por Las Torres, esto fue en mismo diciembre, acababan de pasar como cinco días que ella había desaparecido.
Recibimos otra llamada, en donde nos dijeron que tenían a nuestra hija y que si no les mandábamos dinero, le iban a cortar un dedo. Yo le dije que quería algo para saber que era mi hija, me dijo le voy a cortar un dedo y le dije córtaselo, yo conozco a mi hija y conozco sus dedos y todo. Cuando le dije así, me colgaron y ya jamás me volvieron a llamar hasta el día de hoy”.
Tratar de vivir con el dolor
“Su ropa la guardamos porque se estaba llenando de polvo y era más deprimente para todos.
Ha sido un proceso muy duro, hay días altos y bajos. Tratamos de olvidarlo pero cuando llegamos a nuestra realidad, otra vez revivimos el dolor.
Nuestro refugio ha sido Dios, nuestra esperanza en Él, confiando en Él nada más y saber que está fuera de nuestras manos hacer algo. Solamente Él puede darnos una respuesta a esto y tanto mi esposo y yo como padres, no podemos derrotarnos porque tenemos otros dos hijos, uno de 22 y una niña de 14. Ha sido un proceso muy duro”.
Tras lo sucedido, Guadalupe, ya con los ojos húmedos por las lágrimas que amenazaban por asomarse, dijo que llegaron a la conclusión de que no deben dejar que lo que están pasando los derrumbe, y que muy al contrario; los debe hacer más fuertes como familia.
¿Cree usted que su hija sigue viva?
“Yo quiero creer que sí, pero también he pensado en muchas cosas, hay días que no sé ni cual es mi humor, pero alegría completa, no, por la situación que estamos viviendo.
Mi esposo, a él le ha costado más trabajo sobrellevar esto, asimilarlo, porque era su niña, a pesar que tenemos una niña más chica, él y ella eran muy unidos y mi esposo todos los días se duerme a un lado de la puerta, esperando a su hija, esperando saber algo, está al pendiente por si llega un carro, si viene alguien, pero hasta el día de hoy, nada. No creo que siga en Cancún, yo creo que se la llevaron”.
Fuente: Unidos por Quintana Roo.