EMPRESARIO VORAZ

Andara y su mercanchinfle Sergio Zapata Vales

El tipo es capaz de pelearse con su propia imagen si el reflejo en el espejo le hace una mueca

Carlos Barrachina Lisón

Son muchas cosas las que se dicen sobre Andara en Chetumal. La verdad es que fue una buena idea, y que durante ya una década ha funcionado razonablemente bien.
Es un mito medio extraño que los ricos de la ciudad se fueran a vivir a este desarrollo. La verdad es que la mayoría de éstos se quedó en la Campestre, o en donde tuvieran sus casototas; y que fuimos profesionistas de clase media; jóvenes con posibilidad de acceso a créditos y algunos políticos, e hijos de gente con posibilidades los que nos aventuramos en este proyecto.
Sergio Zapata, asociado con Pepe González lanzaron la idea y promovieron una idea novedosa. Acertaron con la idea de impulsar un residencial en el que las áreas comunes se mantuvieran en condiciones; y con el proyecto de un agua tratada de calidad. Los colonos apoyamos la idea de una cuota de mantenimiento razonable (que es necesaria) y apostamos por vivir en un ambiente agradable, a pesar de la carga que ello pudiera suponer sobre nuestras economías familiares.
Desde un inicio Sergio Zapata tuvo la impresión que era el dueño del circo, y de hecho acabó rompiendo con su socio Pepe González. Nunca quiso vender a los propietarios las zonas comunes, e integró el pago del agua en la cuota de mantenimiento de forma artera. En varias ocasiones nos reunimos con él, y tratamos de llegar a un acuerdo razonable para todos; pero finalmente la gente no quería meterse en problemas y acababa cediendo. Recuerdo especialmente una reunión en la que Gonzalo Hermosillo argumentó con mucha dureza a Sergio sobre la calidad de algunas de las construcciones. Tenía razón Gonzalo. Algunas casas fueron construidas con mayor cuidado y calidad, y otras eran un desastre y no ameritaban el precio que se pagó por ellas (yo fuí de los afortunados en esa loteria). Aquella reunión se fue de las manos, y decidimos dejarlo por la paz. Sergio amenazó con vendernos su empresa y abandonar el proyecto.
El problema de este promotor inmobiliario es que se siente dueño y señor de lo que pasa en el residencial, y no tiene en cuenta que debe tratar y negociar con propietarios en igualdad de condiciones. Tiene un serio problema de carácter. Uno de sus «amigos» más cercanos me dijo una vez que Sergio era capaz de pelearse con su sombra en el espejo, si ésta le miraba mal.
En mi opinión el delirio reciente inició cuando trató de presionar políticamente para que el municipio se convirtiera en su siguiente negocio. El choque con la administración de Luis Torres Llanes ha sido ya muy comentado, pero en otras columnas abundaremos sobre ello. Sergio siempre ha tenido abogados malos, lambiscones y muy soberbios; quizás ellos son los que están detrás de este deriva irracional.
De esta apuesta llegó su capricho de participar directamente en política. El empresario voraz, al que CJ, primo hermano de Pepe, no le hizo caso, quiso presentarse por el Partido del Trabajo. La política en México es en ocasiones surrealista, pero esto superaba este punto y lo llevaba al límite. Tiene derecho a participar en política, pero por qué no impulsa un partido de empresarios derechistas. Ese es su verdadero espacio político, y es lícito.
Fracasó… se enojó.. y como su rancho, todavía piensa que es su rancho…. pues quiso volver a ejercer de «sheriff» en Andara (así lo bauticé hace muchos años); y volvió a volcar sus frustraciones en los colonos.
En esta ocasión se le han parado y le han presentado un amparo para evitar la subida unilateral de precios de mantenimiento. En el momento en el que le llega la notificación del amparo (según tengo entendido) es cuando se «encabrona» con el reflejo de su imagen en el espejo y empieza a cortar el agua de amigos, enemigos e indiferentes.
Si Sergio Zapata no entiende lo que es una comunidad de propietarios a los que él presta servicio, ¿se imaginan lo que sería como funcionario público?.
Por cierto, ahora que se metió a esto de la política, ha debido contratar a algún «intelectual» de los borgistas sin chamba. Se los comento porque utiliza la misma estrategia de perfiles falsos en las redes sociales. Éstos son bien agresivos -aunque a mi me entretienen un rato-; quizás piensa que así va a asustar a alguien, pero está bien equivocado.
Esta vez parece que los propietarios quieren aguantar el pulso. Veremos si como siempre se sale con la suya, o si la gente lo pone en su sitio.