María López Urbina

Todas las desapariciones son preocupantes, asegura comisionada de Búsqueda de Personas

 

Chetumal.- María López Urbina, encargada de la Comisión de Búsqueda de Personas de Quintana Roo, aunque no pudo dar cifras sobre desapariciones en lo que va de la actual administración, consideró que no se está en los niveles de Ciudad Juárez, aunque sí indicó que toda desaparición es preocupante.
Entrevistada hoy, la funcionaria estatal fue cuestionada sobre las cifras de desaparecidos, la que no pudo brindar. En su lugar, destacó que del 100% de desaparecidos, sean niños o adultos, 60% son hallados con vida.
De acuerdo a los conteos llevados por los medios de comunicación, en lo que va del año, ya suman 109 personas reportadas desaparecidas, solamente en la Zona Sur de Quintana Roo (69 hombres y 40 mujeres), en tanto que el año pasado hubo 242 desaparecidos en la zona sur (154 hombres y 88 mujeres).
López Urbina señaló que cuando estuvo de fiscal en Ciudad Juárez, llegaban a los 4 mil 413 casos, cifras a las que Quintana Roo afortunadamente no llega. Aunque al ser cuestionada sobre si las cifras actuales son preocupantes, contestó que desde que se desaparece una persona, ya es preocupante.
La comisionada destacó que a diferencia de antes, en la actual administración hay una coordinación transversal, en la que instituciones como al Sipinna, Fiscalía, Seguridad Ciudadana, la Comisión de Búsquedas y las 11 direcciones o secretarías de Seguridad Pública municipales, participan en revisar los reportes de desapariciones.
Cuestionada sobre el caso de la menor hallada en Huay Pix, y de si se habían las autoridades indebidamente “colgado la medalla”, la funcionaria recordó que, por cinco días, bomberos, fiscales, policías y otros funcionarios de las distintas dependencias participantes revisaban ríos y lagos, por siete horas al día, hasta dar con la menor
“Por fortuna, no se extravió ningún elemento en el fango”, comentó. “El resultado fue hallar viva a esa señorita, lo que ojalá siempre ocurriera”.
Criticó el que con sorna se diga que “la halló un perro”, como si un elemento canino no fuera manejado por una persona.